En el marco que a continuación
describiré, María Pérez, hija de Pedro Ansúrez y de Eylo Alfonso, se casó con
Ermengol V de Urgel hacia 1075. En realidad el condado de Urgel ya tenía desde
el segundo cuarto del siglo XI una relación con tierras palentinas.
Concretamente desde que Sancho III el Mayor de Navarra, encargase a Poncio de
Tavérnoles, la restauración de la diócesis de Palencia. Posteriormente, sus
sucesores que ocuparon la sede palentina d. Bernardo y el primer Obispo
Raimundo fueron del mismo origen pirenaico occidental. En aquella época, los
obispos eran altos dignatarios que utilizaban los monarcas y alta nobleza para
ejecutar sus políticas y entre ellas las de alianzas y, entre estas últimas,
las alianzas matrimoniales.
Ermengol (o Armengol) V de Urgel,
denominado el de Mollerusa, por ser el lugar donde murió en una batalla sontra
los musulmanes había nacido en León en 1078. Fue hijo de Ermengol IV de Urgel y
su primera esposa, Lucía de Pallars. Pasó buena parte de su vida en Castilla
donde se casó en 1095 con María Pérez, hija del conde Pedro Ansúrez, señor de
Valladolid, y la condesa Eylo Alfonso. De este matrimonio tuvieron:
Falleció el 14 de septiembre de
1102 combatiendo a los musulmanes en Mollerusa. Cuando iba entrar en la
batalla, pidió que si moría, su cuerpo fuese enterrado en la iglesia de
Solsona. Se cumplió su voluntad según consta por una donación hecha por sus
suegros Pedro y Eylo en 1106. Como a su muerte su hijo Ermengol aún tenía sólo
seis años, su abuelo Pedro fue su tutor, se trasladó a Urgel y gobernó el
condado hasta 1108, tomando parte activa junto con Ramón Berenguer III en la
conquista de Balaguer.
A nadie debe extrañar que el
obispo Raimundo, a las ordenes del rey Alfonso VI y del propio Pedro Ansúrez,
estuviera, pues, detrás de las urdimbres del matrimonio entre María Pérez, la hija de Pedro Ansúrez y
Ermengol V, contrajeron matrimonio el año 1095 y tuvieron al niño que sería
Ermenglol VI, poco antes de fallecer su padre hacia 1102, en la batalla de
Mollerusa.
De este matrimonio con Armengol
V, María Pérez tuvo al menos dos hijos: Armengol VI , que serñia el nuevo
Conde, pero bajo tutela de su abuelo Pedro Ansúrez, y Estefanía de Urgel.
Estefanía sería con el tiempo la fundadora del Monasterio de Santa María de
Valbuena de Duero y contrajo matrimonio con Fernando García de Hita, siendo el origen
del importante grupo aristocrático castellano de los Castro. Una hija de este
matrimonio Urraca Fernández llegó a casarse con el magnate más importante de la época de Alfonso
VII , el conde Rodrígo Martínez y tras su fallecimiento, en la amante del
propio Emperador, de cuyas relaciones extraconyugales tuvo una hija, Estefanía
Alfonso y su hermano Pedro Fernández, el primer maestre reconocido de la orden
de Santiago, quien fuera enterrado en la Abadía de Benevívere, a una escasa
legua de Carrión. La madre Estefanía de Urgel, una vez viuda de este se casó
con Rodrigo González de Lara, otro de los grandes linajes castellanos, demostrándose
una cvez más la endogamia entre los grupos aristocráticos de los reinos
hispánicos peninsulares en esa época.
Junto a Poza de la Vega, en la
vega del Carrión, aguas arriba de Saldaña se encontraba el entonces importante monasterio
de Valcabado, dentro del dominio de Pedro Ansúrez. Cuando el Conde se fue a
Urgel a principios del siglo XII, debió de ser acompañado de monjes y de objetos
de este monasterio, famoso, entre otras cosas por las copias de los famosos
Beatos que salían de su scriptorium. Es muy probable que alguna de estas copias
fuesen llevadas como presente a los abades catalanes y principalmente al de
Tavernoles. En octubre de 1105, apenas tres años después de llegar al castillo
de Gerp en Urgel, el Conde Pedro Ansúrez, como tutor en el Condado, donaba a l
monasterio de San Sadurní de Tavérnoles un huerto en la reconquistada ciudad de
Balaguer, como compensación a algún préstamo que los monjes le habían hecho
para la conquista de esta plaza.
Por esta época y con clara
influencia catalana se construyeron al menos dos templos románicos con clara
influencia catalana en las tierras bajo dominio del Conde Pedro Ansúrez, desde
las proximidades del Duero, por ejemplo La Anunciada de Urueña, Valladolid y
San Pelayo de Perazancas de Ojeda en el Norte de Palencia como ha estudiado
Pedro Luis Huerta Huerta, en el contexto de las influencias que hipotéticamente
trajeron hasta la Península por talleres de constructores y escultores
procedentes de la Lombardía en el Norte de Italia.
Todo esto viene a alimentar la
idea de que, el intercambio de personas, de ideas, y de arte, el
enriquecimiento mutuo entre los condados castellanos y catalanes que se ha
producido desde hace mil años.
Bibliografía principal:
Huerta Huerta, Pedro Luis (2010):
“La arquitectura del primer románico en Castilla y León”, en Freixas, Pere
& Camps, Jordi, dirs.: Els comacini i l’arquitectura románica a Catalunya ,
Barcelona: Museo Nacional de Arte de Cataluña: 77-88
Andrés Barón : El Conde Pedro Ansúrez, Glyfos, 2013