LIN CHUNG HU SAN-NIANG Y SUS AMIGOS SIEMPRE A ESTE LADO DE LA FRONTERA AZUL
"-¿Ha oido hablar del Liang Shan Po?
-¿De qué?
-Del Liang Shan Po.
-No. ¿Que es eso? "
"-No, claro: es demasiado jóven. Pero le apuesto lo que quiera a que la mayoría de la gente de mi edad lo recuerda. Se hizo célebre por la primera serie japonesa de televisión que se extrenó en España. La frontera azul, se titulaba. Tuvo un éxito tan espectacular que al cabo de dos o tres semanas de su estreno, no había adolescente que no la siguiera. Debió comenzar a emitirse por abril o mayo de aquel año [1978], porque cuando yo conocí al Zarco y a Tere, ya estaba enganchado a ella.
Era una especie de versión oriental de Robin Hood. Me acuerdo muy bien de la carátula: con una melodía de fondo que aún podría tararear, las imágenes mostraban un ejército informal de hombres a pie y a caballo cargados con armas y estandartes, mientras la voz en off del narrador recitaba un par de frases siempre idénticas: "Los antiguos sabios decían que no hay que despreciar a la serpiente por no tener cuernos; quizá algún día se reencarne en dragón. Del mismo modo, un hombre solo puede convertirse en ejército". El argumento general era simple. Estaba ambientada en la Edad Media, cuando gobernaba China no se qué dinastía y el Imperio había caído en manos de Kao Chiu, el favorito del emperador, un hombre corrupto y cruel que había convertido una tierra próspera en un desierto sin futuro. Contra la opresión sólo se levantaba un grupo de hombres rectos capitaneados por el antiguo guardia imperial Lin Chung; entre ellos había una mujer Hu San-Niang, el lugarteniente más fiel de Lin Chung. Los integrantes de ese grupo estaban condenados por la justicia del opresor a una vida de foragidos en las riberas del Liang Shan Po, un río cercano a la capital, que también era la frontera azul del título, una frontera real, pero sobre todo una frontera simbólica: la frontera entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia..."
Javier Cercas, Las Leyes de la Frontera, Mondadori, Barcelona, 2012
Seguimos al otro lado de la tiranía, de los abusos del poder financiero y de la injusticia en la Frontera azul