“Argumentario” de
un dirigente socialistas vasco respecto del “problema nacional” y otros de hace
casi 100 años. Advirtamos los anacronismos pero también los complejos que nos
impedirán decirlo ahora, por haber dado por perdidas muchas batallas…
[Extracto]
Tras la Primera Guerra Mundial, “ Respecto a los
nacionalismos ibéricos [señaladamente el vasco y el catalán] no se ha dado un
criterio general socialista, a causa de la relativa inanidad de estos
movimientos antes de la contingencia internacional que ha venido a señalar la
posibilidad práctica. Ahora que se da esta circunstancia, no puede un partido
que actúa en las realidades de la vida, sustraerse a la necesidad de señalar un
criterio con relación a un problema que ha alcanzado tamaña importancia.
ANTECEDENTES
“Por lo que respecta a la tradición foral del País Vasco,
que es lo que más directamente nos interesa y constituye nuestro objeto
inmediato, podrían recogerse innumerables manifestaciones hechas en la prensa
socialista, entre las que destacan aquellas campañas de nuestro querido Tomás
Meabe, para que adoptáramos el Guernikako-arbola
como himno nuestro. Y las manifestaciones de nuestros representantes obreros en
las Corporaciones locales, todas ellas perfectamente unánimes en pronunciarse a
favor del espíritu democrático, liberal y autonómico de nuestras viejas
instituciones.
Pero estos antecedentes
no llegan a constituir un criterio acabado en lo que respecta al
movimiento de los nacionalismos ibéricos, entre los que está el vasco, cuya
mayor fuerza está representada por el partido llamado bizcaitarra. Por ello es
forzoso teorizar un poco sobre el asunto.( …)
LA REINTEGRACION FORAL
(…)Correspondiendo a esta personalidad, cuyos atributos
políticos han dejado de existir, se ha agitado siempre el anhelo de obtener el
restablecimiento foral. ¿Cuál es el significado de esta aspiración? Los
llamados Fueros, en su parte formal y casuística, no corresponden seguramente a
las necesidades de los tiempos actuales. La vida se ha vuelto muy compleja y
han surgido tantos favores nuevos, que es de sentido común que habría necesidad
de transformarlos y de ampliarlos extensamente (…).
La reintegración foral no puede significar necesariamente la
vigencia literal de aquella legislación, sino el restablecimiento o restitució
a favor de este país de aquellas facultades legislativa, ejecutiva, judicial y
administrativa que gozó hasta la abolición de los Fueros [primer gol que nos
habían metido ya las tesis nacionalistas: el foralismo democrático, que es
ahistórico como luego la investigación histórica ha comprobado]
EL SEPARATISMO
“Pretender los derechos
correspondientes a esta personalidad del País Vasco para encerrarse dentro de
sus muros resulta una verdadera incongruencia (…) El separatismo es contrario
al sentido de la marcha del mundo, y contrario, sobre todo, a la conveniencia
histórica nuestra. La tendencia progresista es hacer de la humanidad un gran todo
unido, respetando el libre desenvolvimiento de las partes, que cada vez
adquieren una mayor personalidad. Esta complejidad creciente que tan
manifiestamente se señala, es lo que dará carácter justamente a las estructuras
sociales del porvenir.
Podrán alegar los separatistas que aunque se separen
de España podrán unirse directamente a la Liga de Naciones, pero a esto cabe
contestar, que el grupo natural (ya que el verdadero nacionalismo es el respeto
a las agrupaciones creadas por la
naturaleza) el grupo natural nuestro,
como pueblo, el pueblo es España.(…)”
LOS VÍNCULOS COMUNES
(…) La lengua, que es ya la lengua vulgar de medio país vasco y la
lengua culta de todo él, pues el vascuence no responde a las complejidades y a
los múltiples conceptos intelectuales de la vida moderna [lo dice un euskaldun,
que hablaba y daba discursos en euskera] (…)
La economía nacional, tomando esta palabra en el sentido de los
economistas alemanes, como conjunto o sistema de todas las economías
particulares, incluso la del Estado, conjunto que tiene sus leyes y su
desarrollo (…)
LA FEDERACIÓN IBERICA
(…) que no prevaleciera un extremo espíritu localista, ya
que en nuestras viejas instituciones, siendo el Municipio (Repúblicas lo
llamaban entonces) el centro donde radica la soberanía, y la Hermandad, su
federación (…) Esa misma confederación lógica, llevada a sus naturales
consecuencias, nos conduce al reconocimiento de la necesidad de federarnos con
los demás pueblos de la península, incluso Portugal, -a la que habrá de atraerse por la
multiplicación de relaciones de cambio-, para formar la Federación Ib´`erica. Y
por medio de esta Federación unirnos a la comunidad del mundo civilizado en la
Liga de Naciones [actualmente en la Unión Política Europea]
Al Estado Federal Ibérico, se le reservarían, por pacto
constitucional, aquellos servicios y funciones de carácter general, que las
Diputaciones, en sus gestiones con el poder central cuando la crisis política
de 1917, concretamos en: Relaciones exteriores, Guerra, Marina, Aduanas, Deuda
Pública, Moneda, correos y pesas y medidas. (…)
Y TERMINA [Y esto hace este argumentario mas actual aún. El nacionalismo
separatista tiene enfrente no un nacionalismo simétrico sino una suerte de
caciquismo].
[Frente a las doctrinas del PNV al que achaca su “ortodoxia
católica o intransigencia religiosa”]
El Ayuntamiento de Eibar ha aprobado recientemente una
proposición sobre el problema vasco que entre otras cosas dice: “Que este
cambio (el de la reintegración fotral) por su carácter fundamental, implica la
revisión de la Constitución española(…) para incluir derechos individuales…
“En España hay muchos nacionalismos de esos [que no respetan
los derechos individuales]: pedazos de territorio donde no mandan las leyes
españolas, ni la administración española manda; y la fuerza pública tampoco
cuida los intereses de la nación, sino
los de un poder local absoluto, que generalmente se concentra en algún ricacho
o grupo de ricachos, que tampoco reconocen los derechos individuales de los
demás pobres vecinos. De esta suerte de sistema político en castellano no se
dice nacionalismo, sino que se le llama con otra palabra más clásica: caciquismo.”
TORIBIO ETXEBARRIA, dirigente socialista guipuzcoano, La
Liga de las Naciones y el Problema Vasco, Eibar, 25 de noviembre de 1918
transcrito por Antonio Rivera en “Señas de identidad, Izquierda obrera y nación
en el País Vasco, 1880-1923, Instituto Valentín de Foronda, Vitoria, 2003