“El primero de junio de 1973, -escribe Laureano López Rodó,
ministro de Franco y del Opus Dei- estoy con el Príncipe desde las cinco menos
cuarto hasta las seis y media. Me cuenta su conversación con Carrero sobre el
inminente cambio de Gobierno. Me dice que el próximo lunes verá a Franco y le
pedirá que nombre presidente a Carrero.
Comentamos la caída de la monarquía en Grecia. La princesa Sofía
lloró y le pidió permiso para ir a Roma a dar un abrazo a su hermano. Volvería
al día siguiente para no faltar al desfile de la Victoria.
El 4 de junio, el Príncipe, como solía hacer todos los
lunes, estuvo con Franco, quien había pasado unos días en Asturias; le
preguntó:
-¿Qué ha pensado, mi general, en estos días de pesca?
-Voy a dictar una Ley separando la Jefatura del Estado y la
Presidencia del Gobierno y nombraré presidente a Carrero –repuso Franco-.
Quiero realizar un cambio profundo de hombres y mentalidades.
- ¿Me permite que le dé un abrazo, mi general? Estoy muy
contento de lo que me dice, no sólo como español, como hombre joven y como
Príncipe, sino también porque se abre paso una nueva mentalidad.
El miércoles 6 de junio, el Príncipe llamó a Carrero. El
almirante acudió a la Zarzuela por la tarde y le mostró la lista del nuevo
Gobierno. El Príncipe quedó encantado y le dio un gran abrazo. “Sólo falta –le dijo-
ponerle el leterro de “Gobierno de la Zarzuela.”
Al decirle Carrero que yo iba a Exteriores, el príncipe
quedó sorprendido. “-¿Qué le parece a vuestra alteza?” “-Genial”, dijo don Juan
Carlos.
Fuente: Laureano López Rodó, La larga marcha hacia la
monarquía, p. 442
Epílogo: Carrero Blanco, murió víctima de atentado de la
banda ETA apenas seis meses más tarde. El 2º de diciembre de 1973. Menos de dos
años más tarde moría Franco en noviembre de 1975 y Juan Carlos, coronado como
Rey accedía a la Jefatura del Estado, donde ha permanecido 39 años, hasta su
abdicación en su hijo, que reinará bajo el nombre de Felipe VI. Más de 41 años
después Las decisiones las siguen tomando élites de gabinete. Entonces Franco,
Carrero, El Príncipe, ministros del Opus; Ahora El Rey, Rajoy y Rubalcaba y
pocos más.
Sigue siendo el pueblo español espectador de desfiles y
coronaciones.