miércoles, 21 de noviembre de 2012

Crónicas jacobinas de Juan de Mairena




“Hay en mis venas gotas de sangre jacobina”

                                                   Maximilien de Robespierre (1758-1794)

En el periodo de 1780 a 1800, nació la terminología política de izquierdas y derechas. En la extrema derecha, estaban quienes desde el principio se opusieron al movimiento popular revolucionario. Los nobles, muchos de ellos emigrados después del asalto de la Bastilla el 14 de abril de 1789 por el pueblo de Paris. Entre estos estaban el Conde Artois, hermano menor del Rey Luis XVI y Luis José de Borbón, príncipe de Condé, un primo del rey que organizó en Worms en el sudoeste de Alemania, un ejército de emigrados para luchar contra el nuevo régimen. Los peones de la contrarrevolución fueron los campesinos monárquicos de la Vendée, en el curso inferior del rio Loira y de las regiones del noroeste,  fueron llamados “chuanes”, por que utilizaban una contraseña imitando el grito del búho, en francés “Chat-huant”. Balzac escribió una novela sobre ellos Los Chuanes, describiéndoles como lo que eran unos guerrilleros barbaros y fanáticos. En la derecha, estaban los fuldenses, que se llamaban asi por que situaron su sede en un antiguo convento de los Feuillants. Participaron desde julio de 1791 en la elaboración de la Constitución de 1791, que se proclamo el 3 de septiembre de ese año. Esta consagraba la monarquía constitucional, la separación de poderes, una democracia censitaria y cierta descentralización administrativa, lo que dificultaba el control dentral en estos tiempos revolucionarios. Los Fuldenses, hombres como Lafayette,- héroe de la guerra de Independencia Noerteamericana- Sieyes, Talleyrand y Baylly, fueron rápidamente desbordados por los acontecimientos.

Inicialmente a la izquierda pero progresivamente cada vez mas acomodaticios y derechistas, estaban los girondinos. Se llamaban así porque la mayoría procedían de la Gironda en el sur de Francia. En principio, esta fracción estaba formada por hombres de la pequeña burguesía ilustrada, aunque con numerosas conexiones con la alta burguesía y el mundo de las finanzas, (como nuestros socialiberales de hoy en día). En 1792, sus hombres Vergniaud, Brissot, Rolan y Guadet, tomaron el poder tras haber atacado con violencia a la monarquía, hasta abolirla en septiembre de ese año. Permanecieron en el poder durante aquel otoño e inverno, pero al llegar la primavera de 1793, sucumbieron ante el empuje del ala izquierda: Los Jacobinos.

Los jacobinos tomaban su nombre del antiguo convento de dominicos donde se reunían desde 1789. También se les conoció como “La Montaña” por situarse en los escaños de la parte superior de la cámara (Como ahora la izquierda plural y grupo mixto), sus jefes mas famosos fueron Marat (1734-93), Danton (1759-94) y Robespierre (1758-94) Saint Just ( 1767-1794)  y Desmoulins (1760-1794). Como vemos todos duraron poco, aunque su intención fue cambiar todo aquello. Representaban las actitudes mas enérgicas, como representantes de la pequeña burguesía y de las clases populares. El ala izquierdista del jacobinismo era la de los cordeleros, por situarse en un antiguo convento de franciscanos (De ahí lo del cordón), contaron entre sus filas a Danton o Marat. Todavía mas a la izquierda estaban los llamados “enragés” “rabiosos”, dirigidos, como no, por un antiguo sacerdote (Ojo siempre con los curas exclaustrados) Jacqes Roux, apodado “el predicador de los sans culottes”. Estos últimos eran proletarios y lumpen de los suburbios y eran la fuerza de choque de los extremistas. Aunque en junio, los sans culottes cercaron la Asamblea (Rodea el Congreso y ayudaron a caer a los Girondinos, tres meses mas tarde, Robespierre los reprime y detuvo a algunos de sus líderes. Para después lograr que le siguieran en el periodo de El Terror. Durante el verano de 1793 Marat, Roux y Hebert son los lideres en la Asamblea y se decretan medidas como reformas fiscales progresivas, reformas agrarias y distribución equitativa de víveres. Se promulga una nueva Constitución siguiendo el modelo del contrato social de Rousseau. Pero tras el asesinato de Marat enjulio de ese año, se desata la violencia y la burguesía provoca diferentes altercados y levantamientos regionalistas para contrarrestar el fervor revolucionario de Paris.
En este estado de cosas, la revolución derivo hacia una Dictadura: El Terror que comenzó el 10 de octubre de 1793 con la supresión de la Constitución, de la división de poderes y de los derechos individuales. Con el refuerzo del Comité de Salvación como órgano supremo.
El Comité de Salvación actúa en varios frentes. Envía representantes plenipotenciarios a las regiones para imponer los decretos revolucionarios en materia de seguridad, defensa y políticas sociales, Laicización a ultranza del Estado, frente al poder de la iglesia. El 24 de marzo de 1794 se desata la ira de Robespierre. Primero ajusticia a los radicales Hubert y sus seguidores y luego a los más moderados Danton, Desmoulins y otros a quienes se califica de “indulgentes” con la aristocracia y los poderes del Antiguo Régimen.(Partidarios de una transición pacifica?) Esta ola de terror desemboca en la locura final de Robespierre que el 8 de junio de 1794 en la llamada Fiesta del Ser Supremo, prende fuego a una estatua que había sido erigida al ateísmo. Los hasta entonces amigos de Robespierre comienzan a conspirar contra el y, poco mas de un mes mas tarde, el 27 de julio (9 de termidor, en el nuevo calendario revolucionario), caen Robespierre, Saint Just y veinte mas de sus partidarios. Que serán guillotinados. Naciendo así la llamada Convención Termidoriana (julio de 1794 a septiembre de 1795. Pero aun en ese tiempo surgieron grupos revolucionarios como el de François Babeuf (1760-1797) y sus amigos, de tendencias “comunistas” quienes desarrollaron algunas ideas de Robespierre, sobre la “abolición del derecho de propiedad. Estos dieron en llamarse “Los iguales” y protagonizaron una famosa Conjuración de los Iguales”. Pero fueron traicionados desde dentro y detenidos y murieron en la guillotina. Se salvo uno de los participantes en el Conjura Buonarroti, quien en 1826 publico una famosa historia de esta Conjura.
Tras estos acontecimientos la Convención termidoriana, reprime cualquier intento extremista y promulga en 1795 la llamada Constitución del año III, que elimina la intervención popular directa, establece un parlamento bicameral, con un Senado de ancianos y un Consejo de los quinientos, y sufragio censitario indirecto, que consagra el poder por parte de una alianza de las clases superiores en rentas de la sociedad….
Pese a lo dicho, la constitución Jacobina de 1793 definía el derecho de propiedad diciendo que todo ciudadano puede gozar y disponer de los bienes conseguidos con el fruto de su trabajo”, mientras que en otro párrafo afirmaba que “el bien de la sociedad es el bien común”, y que el hombre tiene derecho al trabajo y que, si no puede trabajar, “los socorros públicos son unas deuda sagrada. No cabe duda que sin los excesos cometidos, las traiciones y errores y sin el posterior caudillismo de Napoleón Bonaparte, la constitución habría seguido esa vía “socialista”.

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