miércoles, 5 de noviembre de 2014

El Cambio que viene: Podemos





Una encuesta nunca es negativa cuando la abstención baja un 3,5%, en un momento en el que la política tradicional despierta tanto desengaño. Esto sólo puede corresponderse con el efecto de Podemos que hace que la gente, lejos de desencantarse de la política, a pesar de los efectos de la vieja política, vuelva a tener un ápice de ilusión por ella. Con los datos del CIS de hoy, se puede concluir que si no existiera Podemos, la abstención subiría más de un 30%.
La encuesta se ha hecho en la coyuntura de la retirada de la Ley Gallardón y de la multiplicación de casos de corrupción, la gestión del ébola. En esta coyuntura El PP perdería un tercio de su electorado. Pero el PP tiene margen para recuperarse, si cuaja su propaganda del miedo a Podemos. Cuántos de estos 3,5 millones de votos que pierde el PP irán a la abstención, parece que algunos; al PSOE una cantidad menor probablemente, a Ciudadanos-UPyD, un 1,5%...A  Podemos un porcentaje que en estos momentos no se intuye despreciable.
En esta misma coyuntura, sin embargo, el  PSOE perdería un 17 % de sus votantes desde noviembre de 2011, aun con el efecto de su nuevo líder, que remonta 2,7 %, que como el mismo Pedro Sánchez, califica de insuficiente, en esta coyuntura horrible para el PP. Sólo un 5,1 % de los encuestados se definen como socialdemócratas frente a un 14,1 que se declaran socialistas, un 9,3 progresistas, un 5 % ecologistas o un 2,3 comunistas. Pero más allá de la adscripción ideológica esta la valoración ética, que si bien a los votantes de la derecha afecta algo, en los de la izquierda, es determinante.
UPyD tampoco se beneficia de la crisis del gobierno, y un poco Ciudadanos, sumados ambos, se quedarían en el 7, 2 % de los votos, pero perdiendo la exclusividad como bisagras.
En la izquierda, IU perdería un 41 % de su electorado. Retienen al 2,3 % que se definen como comunistas y otro 2,5%, de tradicionales compañeros de viaje. Han llegado tarde a la nueva política y ahora tratan de alinearse con la misma improvisando propuestas que recuerdan a oportunismo y a fotocopias como los Ganemos que tratan de replicar sin que tengan mucho que ver con el Guanyem de Barcelona…
En resumen, de posicionarse en el centro del tablero es de dónde puede sacar Podemos la mayoría: Jugando un poco con las cifras Podemos que ya tuvo 1.250.000 votos en las europeas, crece de su propio impulso y de los retrocesos de los anteriores, especialmente del PP, y del PSOE, Puede pensarse que de los 3.570.000 votos que perdería el PP, un porcentaje del “voto de la ira” contra la corrupción y el desengaño de las promesas incumplidas en materia socioeconómica (IVA, impuestos, empleo, etc.) supondrían más de un millón de votos a Podemos.
Del PSOE (Jugando con los porcentajes dan que pierde más de un millón de votos previsiblemente trasvasados a Podemos) y de IU otros unos 650.000 votos; de la abstención puede sacar otros 350.000 votos otro millón de votos. Y muchos votos procedentes del voto útil de partidos más pequeños.
Así salen los más de Cinco millones de votos que ahora tendría ahora Podemos. El haber roto el techo obteniendo votos de prácticamente todos los espectros y de la abstención, lo convierte en la opción con más posibilidades de crecimiento. Podemos ha conseguido hacer creíble su alternativa en un momento de máximo descrédito del sistema identificados como “la Casta”. Por eso los ataques desde éste sistema-casta, aludiendo al miedo, no hacen sino reforzarlos. La propia desacreditación de los perfiles liberales, socialdemócratas e incluso comunistas tradicionales, que se han alejado ostensiblemente de los problemas sentidos por la gente que se siente indignada con la corrupción generalizada, con la falta de independencia de la justicia, con la impunidad, depauperizada, desahuciada, amenazada por la precariedad, por el paro, excluida de los sistemas de protección y, sobre todo excluidas de los lugares donde se toman las decisiones, que tampoco son el Parlamento sino los Club Bilderberg u otros Consejos de administración. Vuelve el Ágora y el republicanismo como alternativas. Y habrá que estar alertas para que, una vez el poder cambie de manos, no se olviden estos principios de participación sobre los que se está fundamentando el Cambio que viene.

Podemos está en fase de fortalecer su organización y su método participativo y de capacitar y formar a una gran mayoría de ciudadanos empoderados para participar como ciudadanos y, en su caso, como representantes en la vida política en la sociedad y en las instituciones. Ya nunca más como profesionales de la política, ya nunca más dependientes de los poderes económicos, sino que dan cuenta de sus actos a las asambleas ciudadanas. La verdadera democracia del Poder Popular. La ventana de oportunidad esta abierta.