viernes, 19 de octubre de 2012

Pio Baroja y Antonio Machado nos hablan de las incertidumbres en momentos de cambio y controversia de legalidades y legitimidades



Pío Baroja y Antonio Machado nos hablan de las incertidumbres en momentos de cambio y controversia de legalidades y legitimidades y de la profesión política y los intelectuales.

El vasco Pío BAROJA, en su obra "Los visionarios" ofrece su idea sobre el agotamiento de la monarquía de Alfonso XIII: “En Biología, querido Marqués, lo que no evoluciona, lo que no tiene movimientos de dentro afuera y de fuera adentro, lo que no tiene lo que llaman los físicos Ósmosis y endósmosis, se seca, degenera y a lo último, muere. Es lo que ha pasado con la monarquía…”Pero lo que nacía era todo ideales: se iba a acabar la opresión, la tiranía; llegaría la libertad, la gente viviría mejor; habría más igualdad, se acabaría el paro y la miseria extrema de los campesinos…dejarían de mandar los curas, los militares y los señoritos. Pero nadie sabía cómo se iba a hacer eso, aparte de con educación y laicidad, los nuevos valores de la República.
"Algún día, cuando se escriba la historia de nuestra gloriosa República, algún día hará constar que las figuras mas representativas de ella, tanto en los días trágicos y borrascosos, como en los días de bonanza, no fueron profesionales de la política ni de la cultura, sino hombres consagrados a las actividades de la cultura, a las nobles y arduas faenas del pensamiento, hombres conocidos ya durante la monarquía, por sus valiosas aportaciones a la ciencia, a la literatura, a las artes, a la jurisprudencia, y de los cuales sabíamos, además, que eran republicanos, es decir, que nada debían y nada esperaban del régimen entonces imperante ".
Don José Giral sabíamos ya que era un hombre de laboratorio y un ilustre profesor, de quien muchas promociones de estudiantes habían aprendido, primero en Salamanca, después en Madrid, la Química Biológica. La política no añadía nada a su gloria, menos a su provecho, pero el ennoblecía a la política, contribuía a convertirla en actividad fecunda para su pueblo, consagrándole su tiempo y su trabajo, por un imperativo patriótico que le apartaba temporalmente de sus amadas tareas profesionales"
[Fueron muchos los intelectuales que apoyaron activamente el advenimiento de la República Española. Destacadamente, en su consecución, Miguel de Unamuno, el doctor Marañón, Manuel Azaña Matías, Mallol Bosch, Jaime Ayguadé, Santiago Casares Quiroga. y el filósofo José Ortega y Gasset, además de Machado y Baroja]
José Giral (1879-1962) Catedrático de Química de la Universidad de Salamanca y posteriormente de la de Madrid. Diputado y ministro, fue Jefe de Gobierno el 19 de julio de 1936, y, posteriormente, ostento la presidencia de la República en el exilio."
(Texto don Antonio Machado recogido dentro de "Juan de Mairena" en "Servicio Español de Información", Valencia, 1937)

jueves, 18 de octubre de 2012

Las nuevas cuentas del Gran Capitán, Carlos V y sus insaciables banqueros, frente a la democracia



Las nuevas cuentas del Gran Capitán, Carlos V y sus insaciables banqueros, frente a la democracia

 

En este cuadro se representa al Emperador Carlos V, junto a los poderes facticos de entonces. Un Cardenal, un Capitan, y, destacado por sus ricos ropajes el banquero aleman Jacobo Fugger. Como figuras que acompañan, el perro, simboliza al pueblo fiel y, la camarera, que le sirve, el estatuto de la mujer en todo aquello....



La democracia formal, y más la social, han tardado muchos siglos en abrirse camino y la estamos perdiendo en meses. No hay elementos supervisores serios ante las formas de la especulación, la usura y el préstamo para campañas militares sin control por parte del pueblo, aún siguen igual que en el siglo XVI. Nos toman el pelo y nos dejamos. La campaña de Italia a mediados del siglo XVI, no fue menos devastadora que la actual guerra que el neoliberalismo ha planteado al estado social y democrático que tanto ha costado poner en pie. La ruptura del pacto social, la eliminación de la ley de dependencia, la privatización de la sanidad, degradando servicios, cerrando plantas de hospitales y reduciendo plantillas; la destrucción de la calidad del sistema educativo, no renovando los contratos a los interinos dejando así a miles de alumnos sin profesores, sin becas y sin libros. La subida de las tasas a los estudiantes universitarios, los recortes a las prestaciones y subsidios de desempleo…

En 1551 tras mas de 30 años de reinado en el que las guerras fueron constantes, Carlos V, reanudó las hostilidades con Francia y al año siguiente, el Emperador pidió a sus banqueros un empréstito de mas de 4 millones de ducados; Sólo la campaña de Metz costó 2,5 millones y continuó recibiendo un préstamo por esta cantidad los años siguientes, de manera que en 1554 el déficit de la hacienda de Carlos V se calculó en 4,3 millones de reales, a pesar de que contaban con las remesas de oro y plata de Indias que superaban los 2 millones de euros anuales aquellos años de 1552-53.

Las condiciones de los préstamos concedidos al monarca español empeoraron rápidamente porque a los banqueros les era cada vez más difícil conseguir su devolución. Cuando podían colocar la deuda, lo hacían al 43% de interés o más. Algunos acreedores se sentían obligados a continuar prestando por temor a perderlo todo si se negaban.

A pesar de la banca rota, Carlos V no decretó la suspensión de pagos total y, en su lugar recurrió a la argucia de reducir unilateralmente los pagos a los acreedores y aún en plena crisis financiera, su hijo Felipe II, pudo pagar a las tropas que ganaron la batalla de San Quintín el día de San Lorenzo de 1557. El Imperio Español superó la bancarrota y sólo cuarenta años más tarde comenzaría la recesión de España, cuyo imperio aún persistiría 250 años mas tarde.

Analicemos esto: En los últimos 500 años el desarrollo tecnológico, posibilitó el surgimiento de un sistema el capitalismo primero basado en el capital comercial, que engendró la esclavitud y el expolió de las venas abiertas de América, África y, en menor medida, Asia y Oceanía y del campesinado occidental. Más tarde en el capitalismo industrial introdujo la apropiación de la plusvalía y la explotación de los desposeídos de los medios de producción por parte de sus propietarios, como criticó certeramente Marx. Ahora hemos vuelto a la época de los banqueros de Carlos V, que estudió el palentino Ramón Carande. El poder sometido a sus banqueros, aunque aquel sistema se defendió con mecanismos absolutistas. Entonces el rey era el soberano, ahora lo son los banqueros, no el pueblo, que ha perdido su soberanía en manos de unos políticos ineptos, incapaces de erigir el contrapoder democrático global que meta en cintura a “los mercados”, una Unión Europea social, fiscal, política y económica que el equipo de ineptos del que forman parte los euroburocratas, el gobierno de Rajoy, con la asistencia de la Troika, el FMI, la Troika, la Merkel, Cameron, etc, no han sido capaces de levantar. Ahora hablan del inminente Rescate. Que no es otra cosa que inyectar dinero de un fondo publico europeo para garantizar el pago de una deuda irresponsablemente inflada por la mala gestión de la banca, en beneficio de sus acreedores, los bancos alemanes. Los nuevos Fugger.

LAS GUERRAS CÁNTABRAS. ALGUNAS LOCALIZACIONES




LAS GUERRAS CÁNTABRAS. ALGUNAS LOCALIZACIONES


Los cántabros y los astures fueron los últimos pueblos peninsulares sometidos al Imperio romano, entre los años 23 y 19 a. de C. Ese proceso de conquista duró doscientos años, desde la Segunda Guerra Púnica, (218-204). No hubo por parte de los romanos un plan unitario prefijado de conquista militar o política de la Península, sino que el proceso de conquista tuvo diferentes etapas y proyectos de conquista por parte de Roma, en las que se fue conquistando primero las regiones mediterráneas, para progresar después hacia el valle del Tajo occidental (Lusitania) , del Duero (Celtiberia) y del Alto Ebro (Cantabria).

Mas de sesenta años después de que Roma venciera a Cartago, los romanos lograron en el año 133 a. de C. vencer la resistencia mítica de los numantinos que había durado varios años.  Seis años antes habían logrado, mediante el soborno a sus generales el asesinato de Viriato y con él el final de la resistencia, no menos mítica de los lusitanos, que tenían una sociedad muy polarizada, lo que redujo su capacidad de resistencia. Viriato era uno de los muchos lusitanos desposeídos de fortuna, que formó tropas, compuestas por otros desheredados, que mediante el uso de tácticas de guerrilla, hostigaban sistemáticamente a los romanos y consiguieron llevar la sublevación a las ciudades. Esta estrategia guerrillera de los lusitanos desarmaba las tácticas de lucha de las legiones romanas, que sufrieron varios y serios descalabros y en 140 a. de C. se vieron obligados a firmar un tratado de paz. A partir de entonces la táctica de los romanos se centró en atraerse a las clases altas de los lusitanos, mientras que Viriato seguía liderando a los de abajo. El fin de Viriato se escenifica en la traición de sus generales, pero esta conjuración fue pactada por los romanos con los líderes oligárquicos lusitanos.

A partir de ahí, los romanos conocieron la región del Miño, pero su interés volvió a las fértiles tierras del Mediterráneo y del Sur, la Bética y la Hispania Citerior. Tierras donde se asentaron y fusionaron con los indígenas en el embrión de lo que fue la civilización hispanoromana y siendo estas regiones escenario de las luchas entre los diferentes caudillos militares romanos: Mario, Sila, Sertorio, Pompeyo, César, etc. De esta manera, derrotado el partido popular en Roma, su líder Sertorio pasó a Hispania, logrando el apoyo de los pueblos indígenas que ocupaban el valle del Ebro, constituyendo su capital en Huesca, frente a quien se enfrentó Pompeyo. Este obtuvo alianzas con pueblos del área vasca y riojana, como los autrigones y los berones. Al final de este periodo, al parecer los cántabros realizaron incursiones sobre zonas ocupadas por los autrigones (zona de la actual Álava y norte de Burgos). 

Esta fue tomada como escusa por los romanos para preparar la campaña frente a los cántabros. Entre los años 29 y 27 a. de C., durante la conquista romana del sur de Aquitania, los Várdulos, caristios y autrigones (junto a los vascones, los pueblos que ocupaban el actual País Vasco), fueron aliados de los romanos. Los cántabros sin embargo tenían lazos y eran aliados de los aquitanos. Sin embargo, todo parece indicar que la causa de intervención de los romanos contra los cántabros y astures fue el descubrimiento de importantes yacimientos de oro en las proximidades de Astorga, cuya codicia chocaba con la presencia en sus proximidades de pueblos tan belicosos y descontrolados.

Las guerras comenzaron hacia el año 29, y se intensificaron el 26 a. de C. cuando el propio emperador Augusto trasladó tropas estableciendo un campamento base en Segisamo, la actual Sasamón, con otros secundarios en el noroccidente alavés (Kuartango), de Quartani, nombre que se daba a los legionarios de la Legio IV Macedónica, que tuvo un tercer campamento en la localización palentina de Pisoraka  Herrera de Pisuerga. Las legiones se avituallaban desde Aquitania, desde donde también actuaba la flota romana. Se asegura que Roma movilizó a unos 70.000 hombres entre legionarios y tropas auxiliares, estableciendo vías de aprovisionamiento desde Aquitania, que atravesaban las actuales provincias de Guipúzcoa, Navarra, Álava , Burgos y Palencia, participando en su construcción además de la citada legión macedónica IV, otra legión, la VI.

Los romanos constituyeron tres columnas que se dirigieron hacia los núcleos cántabros de Aracillum (Yacimiento de la Espina del Gallego Sierra de El Escudo), Bergidum (identificado con el Bergidum de El Bierzo, pero que nosotros identificamos con el castro de Monte Bernorio, próximo a Aguilar de Campóo (Palencia), que tiene mucha mas lógica con el escenario de las guerras y el Mons Vindius, los montes blancos, los Picos de Europa, vistos desde las montañas de Palencia, de León, o desde la Costa.

LAS PRIMERAS DEUDAS GRIEGAS Y SUS PRIMERAS ASAMBLEAS Y LIDERAZGOS.



LAS PRIMERAS DEUDAS GRIEGAS Y SUS PRIMERAS ASAMBLEAS Y LIDERAZGOS.

La primera deuda griega y la democracia ateniense.
Atenas era la ciudad principal del Ática, una pequeña península de extensión similar a Guipúzcoa situada al sudoeste de la Grecia Central. Atenas logró la hegemonía sobre ese territorio central , todas las comunidades formaban parte de la ciudad-Estado. Todos los habitantes allí nacidos, aunque con estamentos según su riqueza eran libres y formaban un “demos”. Esto había sido fruto de una evolución de más de doscientos años.

En los primeros años del siglo VI a. de C. a los campesinos atenienses  no pasaban por sus mejores momentos. El modo de producción de pequeña propiedad patriarcal, había conducido a que a los campesinos minifundistas se les conociera como hectomoros , es decir obligados al pago de la sexta parte (algo más de un 16,6 %) de su cosecha. Además, el progresivo endeudamiento de la masa campesina, privada por la inflación de un excedente suficiente para hacer frente a los costes de producción y las cargas del crédito, la situaba en el peligro de caer en la esclavitud, sino eran capaces de hacer frente a estas deudas. 
 
Quien primero se enfrentó a esta situación fue Solón un aristócrata un tanto desclasado por haber tenido que viajar y exiliarse  en su juventud. Era entonces el Arconte o magistrado supremo de Atenas. Consciente de la situación que precedía al motín y a que cualquier tirano populista se viese favorecido por el desencanto, Solón procamó la seisacteia o sea una moratoria sobre las cargas, arrancando el límite de los campos que concretaban el estado de dependencia de sus propietarios, suprimiendo al mismo tiempo las deudas y prohibiendo para el futuro la esclavización por endeudamiento. 

Tales medidas plantearon algunos problemas para resolver:  ¿Cuál era el estatuto exacto de las tierras? ¿Cuántos atenienses pudieron que habían sido degradados a esclavos pudieron volver a sus tierras? No lo sabemos. Lo que sí se sabe es que con la seisacteia, Solón liberó a los atenienses de un estado de dependencia que jamás volverían a tener (hasta ahora, 2.600 años mas tarde). Sin embargo Solón rechazó la reivindicación de la mayoría de ellos: el reparto de la tierra entre los campesinos que la trabajaban (Una reforma agraria integral), el mismo Solón da cuenta de esta reivindicación campesina al argumentar contra ella.

Solón como aristócrata reformista realizó algunas importantes reformas políticas, junto al Areópago, o consejo aristocrático supremo instauró un consejo de 400 miembros y estableció cuatro estamentos en función de sus riquezas patrimoniales: Los pentacosiomedimnos (los que recolectaban más de 500 medidas de cereal y los caballeros (militares), los zeugitas (los que poseían un tiro de caballos(campesinado medio, capaz de servir como soldados de caballería en la guerra) y los tetes (masa de campesinos pobres y artesanos no extranjeros), estos últimos eran los bárbaros. La división por fortuna y no por nacimiento, más de mil años antes de Lutero, ya tenía un germen de pensamiento burgués o protestante. Pero la aristocracia seguía reservándose la administración de las altas magistraturas, del mando del ejército, del sacerdocio y de la justicia. Sin embargo ya no por derecho divino, sino codificada por los humanos.

Solón también reformó la economía, con la emisión de una nueva moneda, el euro de la época que se llamó la mina, luego lechuza ateniense. Una mina = 100 dracmas, una devaluación de la moneda (anteriormente 1 mina 73 dracmas), para lograr un sistema unificado en el mediterráneo central con las colonias griegas del Sur de Italia. Pero a pesar de estas reformas, la crisis no tardó en renacer. Hacia 561. Se enfrentaron los terratenientes del interior con los comerciantes de la periferia costera Licurgo, lideró a éstos, frente a Megacles. Luego surgió un tercer partido encabezado por Pisístrato de la región noroeste del Ática, un tirano demagogo de la periferia que acabó por hacerse con el poder por algún tiempo, aunque luego fue obligado por los otros dos a dejar el poder. El pueblo permanecía al margen de estas luchas por el poder, dado que aún carecía de “conciencia política”.
 
Según Aristóteles, Pisístrato fue un hábil demagogo que trató de combatir que el pueblo tomase conciencia política o tratase de participar en la vida “política”: “Anticipó dinero a los pobres para sus trabajos, aunque estos se ganaran la vida cultivando la tierra Actuaba de esta manera por dos razones: para que en lugar de estar en la ciudad, estuviesen diseminados por el campo, y para que, con ese honrado desahogo, se dedicaran a resolver sus asuntos personales ni la necesidad ni el deseo de ocuparse de los del Estado. Pisístrato elevó a Atenas sobre las ciudades vecinas, unificando el ática lo que dio poder y estabilidad y esplendor a todo el demos. (primeras grandes construcciones, templos, esculturas, etc.), pero muere en 527, dejando el poder a sus hijos Hipías e Hiparco, pintados como decadentes por los autores clásicos. La homosexualidad de Hiparco, enamorado del bello Harmodio pero no correspondido, historias de venganzas palaciegas que terminan en el tiranicidio. Pero no fue un levantamiento popular sino una intervención extranjera, de Esparta, la que derrocaría al Tirano.

Renacieron las querellas de las fracciones nobiliarias, ahora encabezadas por Clístenes, el hombre aliado de Esparta, frente al mas nacionalista Iságoras. Herodoto, explica que Clístenes trató de atraerse al Demos. El demos se sublevó por primera vez frente a Iságoras y los suyos, sitiando la acrópolis durante dos días y derrocándolo del arcontado.El demos ya era “utilizado” por los “partidos en liza, aún no había tomado conciencia de su verdadero poder.
Fueron las guerras médicas y las posteriores del Peloponeso, las que desvelaron las debilidades del poder aristocrático en Atenas y en toda Grecia.

  1. La democracia ateniense del siglo V : Cimón y Pericles. Asambleas y liderazgos
En el primer tercio del siglo V a de C. la Asamblea se había convertido en la soberana en Atenas. Pero era una asamblea restringida a los ciudadanos varones libres, es decir los hombres nacidos en el Ática, no así los nacidos en el extranjero o las mujeres.
La asamblea se reunía mas de cuarenta veces al año, cada semana y media aproximadamente, al aire libre, con vistas al mercado y a la Acrópolis. La asistencia media era de 6.000 ateniense, aunque llegaron a reunirse hasta 40.000 atenienses en ocasiones como la guerra del Peloponeso. Cualquier decisión estratégica que se tomase tenía que proponerse, analizarse y debatirse en la Asamblea abiertamente frente a miles de personas, aprobándose los acuerdos por mayoría cada detalle de cada propuesta. El Consejo de los Quinientos, elegido por sorteo entre todos los ciudadanos, preparaba las cuentas que sometía a la asamblea, subordinándose al conjunto mayor. En tiempo de guerra la Asamblea elegía diez generales para dirigir el ejército y la flota, se elegían por un año pero podían reelegirse indefinidamente…este fue el origen de liderazgos políticos que perduraron en el tiempo.
El conjunto de los diez generales no formaban un gobierno, pero si uno de ellos destacaba, era de facto el líder de los Atenienses. Así sucedió con Cimón  entre 479 y 462, durante 17 años, en los que cada año fue electo general y persuadió a la asamblea para las políticas internas y exteriores. Le sucedió Pericles a quien Tucídides lo presenta como “el hombre más destacado en Atenas en aquella época”. Durante tres décadas ocupó el cargo de general, pero nunca tuvo mas poder que el resto de los generales ni trató de alterar la Constitución. Estaba sujeto al escrutinio y requería el voto de la asamblea para emprender cualquier decisión importante. Era su primer ciudadano. 
Pericles fue influyente no porque tuviera ningún poder oculto o por su apoyo en las fuerzas armadas sino a su prestigio como hombre inteligente, sabio, capaz, honesto y patriota, a su notable talento para los discursos públicos, a la popularidad y al éxito de sus programas y liderazgo. Bajo el liderazgo de Pericles, la democracia ateniense tuvo la capacidad de decidir por ella misma sus programas y sus aliados, sin influencias foráneas y de mantener sus decisiones de forma coherente.
En cuanto a la financiación de la política existía la mistoforia, una institución para la retribución de las funciones políticas , que retribuía a los pobres su asistencia a las asambleas y a las magistraturas públicas sin temor a perder una jornada de trabajo, pero esto no significaba profesionalización, sino que garantizaba que todo el mundo podía participar. Este era uno de los rasgos más definitorios del régimen democrático ateniense.
Por último, a Pericles, le gustaba rodearse no de aduladores sino de hombres sabios. En su juventud fue discípulo de Zenón de Elea y de Anaxágoras. Del primero aprendió  la línea del razonamiento y la sutileza del discurso, del segundo, la idea de que cualquier fenómeno es explicable, que existen nexos lógicos entre los hechos y que la dirección de la ciudad, la conducción de la guerra, no son efectos del azar ni del impulso momentáneo, sino fruto de una larga reflexión.
A Pericles se le opuso un tal Tucídides (no el conocido historiador) sino un populista, que tenía una concepción diferente del régimen político de la ciudad. Es el representante de lo que Plutarco llama los kaloi Kagatoi, lo que traduciríamos por “la gente bien”, que por fin toma conciencia de que la democracia lleva en sí misma la ruina de su tradicional preponderancia. Estos reaccionaron cuando por ejemplo un curtidor llamado Cleón llegó a la más alta Magistratura, al Arcontado. No era la democracia ateniense una democracia perfecta. A fines del siglo V los ciudadanos libres de Atenas (incluidos mujeres y niños eran unos 90.000 frente a 65.000 esclavos de ambos sexos y unos 45.000 inmigrantes y libertos (los actuales sin papeles invisibles pero consentidos)