miércoles, 9 de enero de 2013

Las Leyes de la Frontera y 2



"Yo casi había dejado de seguir la serie cuando me había unido a la basca del Zarco y, apenas empezó el episodio, me llamó la atención que parecía pertenecer a la misma serie y a la vez a una serie distinta, La cabecera, por ejemplo. Era la misma de siempre, pero a la vez era otra, porque las imágenes que eran las mismas de siempre, significaban ahora otras cosas: ahora el jército informal de hombres a pie y a caballo con armas y estandartes era ya un ejército conocido, un ejército formado por hombres honorables que en los episodios anteriores habían sido arrojados fuera de la ley por el malvado Kao Chiu y que, episodio a episodio, se habían sumado a Ling Chung y al resto de los bandoleros honorables del Liang Shan Po. Tambien la frase que la voz en off recitaba al principio de cada capítulo ("Los antiguos sabios decían que no hay que despreciar a la serpiente por no tener cuernos; quizá algún día se reencarne en Dragón. DEl mismo modo, un hombre sólo puede convertirse en ejército") tenía ahora otro significado: había dejado de ser una conjetura para ser un hecho. Por que Lin Chung ya se había convertido en ejército y la serpiente sin cuernos ya se había convertido en dragón...


-Al empezar el episodio, Lin Chung y los hombres del Liang Shan Po amenazaban la capital de China, donde Kao Chiu ha concebido un plan para hacerse con el poder; se trata de aprovechar el temor a la guerra provocado por la llegada a la capital del ejército del Liang Shan Po con el fin de acusar al Emperador de debilidad, asesinarlo y fundar su propia dinastía. Para desbaratar esta estratagema, Ling Chun opta por dar un golpe de mano; consiste en infiltrarse con sus lugartenientes en la ciudad, llegar hasta el Emperador, revelarle el engaño de Kao Chiu y luego eliminarlo. El golpe de mano es un éxito y, gracias al coraje y la astucia de Lin Chung y de sus lugartenientes, la ciudad se levanta contra la tiranía y a Kao Chiu no le queda otro remedio que huir derrotado de la ciudad.


Aquí empieza una especie de epílogo que abandona el realismo de la serie para adentrarse en la alucinación. Kao Chiu huye por un desierto de arena negra en compañía de varios soldados que poco a poco van desplomándose, desfallecidos, sin agua y sin alimentos, hasta que el antiguo favorito del Emperador se queda solo y, mientras cae de su caballo y lo pierde y se arrastra penosamente por la arena, a su alrededor la realidad se disuelve en un deliriopoblado de antiguas víctimas suyas, de rostros amenazantes, de lanzas, caballos, jinetes, estandartes y fuegos ilusorios que lo enloquecen y amenazan con devorarle, hasta que los hombres del Liang Shan Po lo encuentran por fin y Lin Chung lo mata en un duelo singular. Este es el final de la aventura, pero no del episodio ni de la serie, que terminan con dos discursos didácticos: el primero lo pronuncia Lin Chung y en una arenga a sus lugartenientes en la que les anuncia que, aunque ahora han derrotado al mal bajo la forma de Kao Chiu, el mal puede volver bajo otras formas y ellos derrotarlo, porque el Liang Shan Po no es en realidad el nombre de un río, sino un símbolo eterno, el símbolo de la lucha contra la injusticia; el segundo discurso lo pronuncia una voz en off y es una profecía: mientras Lin Chung y sus lugartenientes se alejan montados a caballo hacia el crepúsculo, la voz en off anuncia que los héroes del Liang Shan Po reaparecer´`an siempre que sea necesario para evitar el triunfo de la justicia en lña tierra."

Javier Cercas: Las Leyes de la Frontera, Barcelona, 2012....