jueves, 20 de agosto de 2015

Dessobriga, un yacimiento vacceo y romano que nos depara sorpresas



Desde 2014 y en éste de 2015 un equipo de 17 arqueólogos franceses y españoles, en el que se han integrado los especialistas del IMBEAC que realizan excavaciones e investigaciones sobre el próximo Castro de Monte Bernorio, dirigido por la historiadora y catedrática de Historia y Civilizaciones Hispánicas de la Universidad francesa de Savoya, la palentina Margarita Torrione, se llevan a cabo campañas de excavaciones en la zona alta del páramo, que han puesto al descubierto unos 400 metros lineales de muralla, monedas aquitanas y de la época del emperador Tiberio, lo que situarían un espacio cronológico a caballo entre los siglos I a de C y III de nuestra era. También han hallado puntas de flecha y pruebas de arrasamiento de la mencionada muralla. Lo que pondría de manifiesto que, antes de emprendes las guerras contra cántabros y astures, los romanos hubieron de someter a su inmediata retaguardia, sin que estas operaciones fueran tampoco pacíficas, y sin que aquellos vacceos se resistieran a la conquista de los ejércitos de Roma, que luego les trajo la civilización, el alcantarillado, las termas, el circo, el derecho… y tantas otras cosas como se puede escuchar en la memorable escena de la vida de Brian…
Tras este primer impulso que nos ha llegado desde fuera, esperemos que nuestras instituciones provinciales, autonómicas y estatales se tomen en serio este proyecto y lo acompañen, por lo que pueda significar de cara a la recuperación de nuestra historia, a su conocimiento y difusión entre propios y extraños, explorando las posibilidades que tiene también como posible recurso turístico de primer órden. 

DESSOBRIGA fue una importante ciudad u Oppidum de los Vacceos con vestigios probables entre los siglos VIII a. C. y III d. C. Se ubica en el término municipal de Osorno (Palencia) en los términos de Las cuestas o los Cenizales. En esta localización se están llevando a cabo actualmente campañas excavaciones que están obteniendo sorprendentes resultados, que amplían nuestra información sobre un periodo poco conocido de nuestra historia.
Como primer acercamiento, diremos que al parecer DESSOBRIGA pudo ser una importante ciudad Vaccea con una extensión de más de 190 has. conquistada por los romanos hacia el 29 A.C.[1] Antes de iniciarse la Campaña contra los Cántabros, hubo de someterse a algunas ciudades Vacceas no sometidas. Solana Sainz, (1990, 606; 1998, 228 )considera que estos Vacceos, que no estarían sometidos al yugo de Roma, comprenderían a la línea Osorno (Dessobriga ), Saldaña, Carrión de los Condes ( Lacobriga,), Cisneros, Melgar, Villamol, etc. Si esto fuera así, carecería de fundamento que los Cántabros saqueaban las tierras de los Vacceos, pues es de lógica pensar que las razzias se efectuasen sobre las gentes vacceas más próximas a los Cántabros.
Posteriormente DESSOBRIGA persistirá como Mansio del Itinerario de Antonino[2] durante los siglos I y II de nuestra era. Aspecto que ha sido resaltado en la historiografía de este yacimiento hasta nuestros días, como veremos más adelante.
En el año 26 a. C. viene Octavio Augusto a la península para dirigir la guerra contra los cántabros que se inicia el año siguiente. El campamento del futuro emperador se instala en Segisamo (Sasamón), a 23 Km de DESSOBRIGA, desde donde progresa hacia el NW por las zonas de Amaya, hasta someter los castros entorno a la Peña AMAYA, CASTRECÍAS-Pomar de Valdivia, donde se instaló un segundo campamento desde el que se lanzó el ataque al Castro de MONTE BERNORIO (Villarén de Valdivia) , cruzar el Pisuerga y el Rubagón, montar un tercer campamento en Retortillo (Reinosa) y proseguir, una legua más adelante, hacia el castro de ARACILLUM ( Aradillos, próximo a Fresno del Río (Cantabria).
Para entonces Dessobriga ya pudo haberse convertido en una de las bases de retaguardia de los romanos, progresivamente a 40 Km de Amaya, 56 de Castrecías, 67 de Pomar de Valdivia, desde donde se asaltó la resistencia cántabra que retrocedió hasta los MONTES VINDIOS, que se han identificado con las estribaciones de los Picos de Europa en el valle de Liébana.

En el ITINERARIO DE ANTONINO se acepta que aparece como DESSOBRIGA, M(ilia)P(assum) XIII desde Segisamo. Diversos autores desde Jovellanos pasando por Blázquez y Sánchez Albornoz han tratado a DESSOBRIGA a partir de este aspecto, que nos remite únicamente a una visión de la época clásica romana y no de la prerromana.
Abásolo (1977, 14) hace una recopilación interesante de esta bibliografía clásica desde algunas notas de Gaspar Melchor de Jovellanos, cuya senda continúa a Amador de los Ríos…en 1888 con su España en sus monumentos y artes. Su naturaleza e Historia, ya en el siglo XX los investigadores que han tratado de Dessobriga son: Saavedra, Huidobro, Blázquez, Sánchez-Albornoz y Abásolo entre otros.

La Arqueología
La presencia de espacios estables de habitación se detectan en la zona desde el Primer Hierro, si bien, ocurre un cambio en el patrón de poblamiento que lleva a los habitantes a trasladar la ubicación del núcleo principal, siempre en el mismo entorno de las plataformas que dominan el páramo y el valle del Pisuerga. (Sacristán de Lama 2007, 72). Abásolo (1977, 16) presenta algunos materiales recogidos en los pagos de Las Cuestas y Los Cenizales, al norte del asentamiento. La construcción de la autovía Burgos-León motivó recientemente la excavación de un sector del yacimiento localizado en el llano al N del Yacimiento junto al Canal de Castilla (Misiego Tejada et al. 2003), en el que se localizaron varias cabañas circulares en adobe abiertas a calles empedradas. La conclusión de estos descubrimientos, por el tipo de hábitat y técnicas de construcción, sería la de adscribir el yacimiento cronológica y culturalmente al Soto de Medinilla[3].

Desde hace unos ocho años el uso de la fotografía aérea ha puesto de relieve la planta de estructuras, algunas tan notables como una casa con peristilo en el término de Las Cuestas (Didierjean, et al. 2007, 422).

Las inmediatas campañas de excavaciones en la zona alta del páramo en 2014 y 2015 , que han puesto al descubierto unos 400 metros lineales de muralla, monedas aquitanas de los estertores de las guerras de las Galias y otras de la época del emperador Tiberio, lo que situarían un espacio cronológico a caballo entre los siglos I a de C y III de nuestra era. También han hallado puntas de flecha y pruebas de arrasamiento de la mencionada muralla. Lo que pondría de manifiesto que, antes de emprendes las guerras contra cántabros y astures, los romanos hubieron de someter a su inmediata retaguardia, sin que estas operaciones fueran tampoco pacíficas, y sin que aquellos vacceos se resistieran a la conquista de los ejércitos de Roma...
[1] Dion Casio anota que , en el año 29 a. de C., los treviros, una de las tribus de la Galia aún alzadas contra Roma, arrastran a la guerra a galos, cántabros, astures y vacceos y que Estatilio Tauro sometió a estos últimos.
[2] El Itinerario de Antonino es el documento más importante sobre la red viaria hispana en época romana. Se supone que este Antonino es el emperador Caracalla, ya que el trazado de las vías de Britania no puede ser anterior a los años 53-54 de este emperador. Esta atribución es arbitraria, pues algunos de los datos del Itinerario son posteriores al menos cien años. Se ha pensado que el original de este documento puede remontar al siglo II d.C., al reinado de Antonino Pío o Marco Aurelio y que habría sufrido una fusión, retoques y adiciones constantes en el siglo IV. La opinión más autorizada data la obra en los primeros años del emperador Diocleciano, en la década de 280 d.C. Entre los investigadores existe la idea generalizada que el Itinerario es una especie de guía o archivo oficial de calzadas del Imperio Romano; según otros es una  relación de mansiones en relación con la recaudación de la annona. Esta hipótesis se fundamenta en el hecho que algunas provincias como Hispania, Galia  o Britania, las metas del Itinerario conducen a los campamentos legionarios, en el caso hispano al de la Legio VII Gemina (León). Más que un documento oficial, parece una relación privada relacionada con el ejército, el correo o las obras públicas.
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[3] La presencia romana condicionó decisivamente las características del hábitat indígena. Fue una idea común que la conquista significó, bajo el punto de vista del poblamiento, un cambio sustancial, en el sentido del abandono de los emplazamientos defensivos por otros en la llanura, o cuanto menos, en zonas menos elevadas.

La arqueología nos informa del limitado alcance de tal visión, la mayoría de los asentamientos anteriores sobreviven en el mismo emplazamiento, hasta la época de las guerras sertorianas e incluso, algunas, hasta las guerras civiles del final de la República romana.

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